jueves, 22 de marzo de 2007

Los orígenes: una breve perspectiva histórica del thrash.

Muchas son las teorías empleadas para definir un punto de inicio del thrash. Algunas buscan el origen primigenio de un sonido aún no muy perfilado retrotrayéndose demasiado atrás en el tiempo, mientras que otras sólo tienen en cuenta el momento en el que se empieza a dar ese sonido con sus características propias perfectamente definidas y soslayando influencias esenciales. Yo me voy a inclinar por algo intermedio, pero intentando no dejarme atrás nada importante.

Para mí todo empieza en Inglaterra allá por 1980, donde 3 jóvenes de Newcastle, bajo los apodos de Cronos, Mantas y Abbadon, deciden unir sus esfuerzos para crear un grupo con el sonido más rápido y agresivo visto hasta entonces. De este peculiar objetivo nace Venom, que con el paso de los años llegaría a ser, sino la que más, una de las más influyentes bandas para lo que posteriormente se daría en llamar metal extremo (Thrash Metal, Death Metal, Black Metal, etc). Su música acelerada y cruda, añadido a unas letras abiertamente ofensivas (sexo, violencia y satanismo) les granjearon rápidamente el odio de sectores conservadores, el desprecio de la prensa especializada y, curiosamente, un cada vez mayor número de fans deseosos de sensaciones fuertes. Discos como "Welcome To Hell" (1981), "Black Metal" (1982) ó "At War With Satan" (1983) ya han quedado como clásicos imperecederos para todos aquellos que gustan del lado más duro del heavy metal. Venom no sabían que estaban creando un monstruo que crecería bastante en poco tiempo, y por ello no se puede decir que hicieran thrash metal genuino como lo entendemos hoy día, pero es indudable la influencia que ejercieron sobre grupos venideros. Aquí os dejo imágenes en directo de su tema "Bloodlust". Veréis que a pesar de ser un grupo limitado musicalmente esto no era inconveniente para hacer la música que ellos querían, es decir, sonar más rápido y duro que nadie hasta la fecha. También se puede observar que su propuesta tuvo una gran acogida y éxito al instante, ya que contaron con grandes escenarios, pirotecnia y un número elevado de seguidores y conciertos. Corría el año 85, y Venom dominaba la escena de la música más extrema. Tanto que unos imberbes Metallica los llegaría a telonear más de una vez. Como cambian las cosas...



Coetáneos a ellos, pero al otro lado del Atlántico, en Estados Unidos concretamente, los neoyorquinos Overkill también empiezan a dar forma a un sonido más rápido y potente, aunque sin salirse mucho de los convencionalismos del heavy más ortodoxo. Su repercusión fue menor que la de Venom y es conocido que sacaron discos más tarde y no se les suele tener en cuenta sus demos anteriores bajo el nombre de The Lubricunts, pero es justo reconocer que también sentaron las bases del thrash metal futuro. Aún hoy siguen en activo y con el honroso mérito de no haber cambiado nunca su forma de hacer música ni dejarse influir por modas ni fusiones. A pesar de esta integridad mantiene un cierto status de banda infravalorada aún teniendo una indudable calidad. Aquí podéis ver un video de su tema "In Union We Stand", donde destaca su fuerte influencia del heavy metal y la peculiar voz de Bobby "Blitz" Ellsworth:




A partir de 1982 empieza a germinar la "semilla" de Venom en todo el mundo, desde los circuitos musicales más "underground". Fundamentalmente habrá 2 núcleos muy importantes de donde saldrán los grupos más emblemáticos, tanto en calidad como en número: Alemania, con ejemplos tan importantes como Kreator, Sodom y Destruction, entre muchísimos más; y Estados Unidos, fundamentalmente en la Bay Area de California, de donde saldrá lo que se llamó "los 4 grandes", es decir, Slayer, Metallica, Megadeth y Exodus; aunque son una mínima representación de todo lo que se estaba generando.
El fenómeno es absolutamente global, y encontramos escenas muy importantes desde Canadá a Dinamarca, pasando por Suiza o la interesantísima escena brasileña. En España fue algo relativamente tardío comparado con otros países, pero podemos decir que hubo muy buenos exponentes como los pioneros Estigia, los fabulosos Fuck Off o los más conocidos Legion.

Tras la gran eclosión de grupos y discos, desde 1983 hasta principios de los 90, el thrash metal vivió su auténtica época dorada, llenando los aforos de todos los festivales y haciéndole competencia, y a veces superando, a los grandes monstruos del heavy metal como Iron Maiden o Judas Priest. Quedan para el recuerdo las actuaciones de Metallica para cientos de miles de personas en una misma gira, la cifra astronómica de ventas alcanzada por Slayer con un sólo disco (cerca del millón con su aclamado "Reign In Blood") y el abrumador impulso que supuso para el heavy metal la inyección de sangre nueva procedente del thrash. Con la llegada de nuevas tendencias musicales, la mezcla con otros estilos, ya sea para suavizarlo o para endurecerlo, y el cambio de rumbo (a veces incomprensible) de muchas de las grandes bandas estrella, llegó el declive de éste género, aunque no por ello su desaparición. Aún hoy, aunque con cuentagotas, siguen saliendo grupos que mantienen el espíritu del añejo y recordado thrash ochentero. Y hasta algunos de los "dinosaurios" de siempre ha vuelto para seguir demostrando que no se les ha olvidado y que pueden seguir dando guerra unos años más.

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